Recientemente he realizado con mis alumnos de 4 años una actividad en la que debían pensar cómo se pueden transmitir y compartir ideas o deseos de forma no verbal.
Ha resultado un poquito difícil para ellos, ya que aún están en la etapa en la que les cuesta ponerse en el lugar del otro, pero he de reconocer que han aportado ideas muy buenas.
Con esta actividad no sólo comprenden mejor al compañero con autismo y se hacen conscientes de la dificultad que puede entrañar para él comunicarse, sino que desarrollan el pensamiento crítico, mejoran en la resolución de problemas, y aprenden valores tan importantes como el respeto y la tolerancia.
Aquí expongo mi actividad:
